miércoles, 16 de abril de 2014

Siete días con mi superestrella favorita. Capitulo 25.

Siete días con mi superestrella favorita.

Capitulo 25: A dormir conmigo.

Me desperté diez minutos antes de que la alarma sonara. Me vestí así



 y avisé a Ross por el walkie. Estaba dormido. Podía escucharlo respirar tranquilo. Empecé a dar golpecitos en la pared y cogí el walkie. 

-Venga arriba, tenemos que ir a desayunar pronto, antes de que haya mucha gente. 

-Mm, esta bien.

Escuché a Ross levantarse. Cogí el CD y la tarjeta de mi habitación y la de Ross y abrí la puerta. Ross estaba tirado en la cama dormido. Lo zarandee. 

-Venga arriba. 

-No quiero. 

-Pues tu eras el que quería anoche fiesta, arriba dormilón. 

-Te odio que lo sepas. 

-Gracias, yo también te quiero. Arriba. 

Le pasé los dedos por el pelo. De repente me agarró por la cintura y me tiró en la cama. 

-Ehh suéltame. 

-No.

-Ross, no es divertido.

-A dormir conmigo, te quedas conmigo un rato. 

Ross parecía cansado y sabía que no me iba a soltar así que decidí quedarme un poquito.

-Son y diez, hasta y cuarto. 

-No, hasta y media. 

-A y vente. -Le dije como última opción.

-Bueno vale, ahora calla y duérmete conmigo. 

Me di la vuelta para que Ross me dejara moverme un poco. Me estaba mirando fijamente.

-¿Qué?

-Nada, sabes, bueno, nada.

-No te he entendido.

-El sueño puede conmigo.

-Entonces calla y duerme.

-Solo quiero preguntarte algo antes de dormir.

-Esta bien, ¿qué es?

-¿Te ha molestado la descripción tuya de ayer?

-No, no me molesto para nada. Ahora cierras tus lindos ojos y duerme. 

-¿Has dicho lindos ojos?

-No, eso ha sido que estás medio dormido.

-Pues si te sirve de algo los tuyos también son lindos. Ahora ven aquí conmigo. A dormir. Ponte cómoda. 

Me acurruqué y Ross me rodeó con su brazo. Cerré los ojos y cuando pude notar que Ross estaba dormido los abrí. Me di cuenta de que me tenia bien sujeta y su cara estaba bastante cerca con una sonrisa. Mirándole me entró sueño y yo también me quede dormida.

             *                *                  *                *                  *              *

Me desperté y miré el móvil. Eran las doce menos cuarto. 

-¡Ross despierta! 

-No, cinco minutos más. 

-¡Son las doce menos cuarto! 

-¿Habrá desayuno?-Dijo aún dormido.

-Solo hasta las doce. Corre. 

Estuve tirando de él hasta la cafetería. Había gofres. Comimos rápido y nos metimos en la oficina. Vi en mi mesa otro montón de cartas y cogí la de Abraham. Sabía cual era por la letra. La tarjeta no estaba allí así que la dejaría en su oficina. 

-Estas son las cartas de las que nos habló. 

-¿Puedo leerlas? -Ross estaba realmente interesado en ellas.

-Claro. -Ya había guardado la de Abraham. - Voy un momento a por las de Andrea. 

Llegue a la oficina de Andrea. Allí estaba la tarjeta de la cámara. No había cartas así que ya se las habría llevado. Encendí el ordenador. Pasé todas las fotos y vídeos de la tarjeta y las de mi teléfono al CD y apagué el ordenador. Leí la carta de Abraham. No ponía nada interesante. Volví a mi oficina. 

-Aquí no está la carta de Abraham. 

-Lo sé, la tengo yo.- Se la enseñé y la guardé en el bolsillo. 

-¿Por qué no me dejas leerla? 

*Esta era mi oportunidad.*

-¿Por qué no me dices por que te quedaste conmigo la otra noche? 

-Así que vas a jugar a eso. Pues no quiero leerla. 

-Te la dejaré leerla cuando me lo digas. 

-Sí te lo voy a decir, pero cuando esté en casa. 

-Pues a lo mejor te la daré cuando llegues a tu casa. 

-¿Me darías la carta?-Ross parecía bastante asombrado por eso.

- Si es importante para ti si. 

-Pues en el aeropuerto me la das. 

-Ya veremos. -Esa era mi moneda de cambio. No iba a dársela hasta que él me lo contara.


El timbre de salida sonó. 

-Vamos a por mi hermana. 

-¿Para qué? 

-Para justificar la falta del viernes. Espera a que me asome. 

Vi a mi hermana y vino conmigo. 

-A ver escuchame bien. El viernes se va Ross y hay que llevarle al aeropuerto. Tu vas a venir pero no le digas nada a mamá. Vamos a hablar con tu maestra.

Después mi hermana volvió a casa. 

-Mi madre me va a matar. 

-¿Por qué?-Ross preguntaba mucho sobre mi y siempre le respondía. Era un hombre bastante curioso.

-No quiere que me visite en el trabajo. 

-Tu le dices que la viste y hablaste con ella. 

-Bueno empecemos con las maletas. -Dije cambiando de tema.

-Claro vamos para arriba. -Ross abrió la habitación y empezamos. 

-Esta ropa en la grande. 

-¿Que vas a hacer con los regalos? -Le dije para meter el CD

-Los voy a meter en esa maleta vacía. 

-¿Trajiste una maleta vacía? 

-Si, por consejo de mi madre. Mete todos los regalos ahí menos las cosas necesarias de Cutie. 

-¿Has arreglado lo de Cutie? 

-Si, tu jefe. Ayer me dijo que ya lo tenia todo arreglado para el perro.

-Vale,- ahora tenía la oportunidad de poner el CD. Lo metí en el borde de la maleta, para que al abrirla lo viera y la cerré. 

-Esta ya está. 

-Pues ponla cerca de la puerta. 

-¿Cual es la siguiente? -Dije cuando coloqué le maleta donde me dijo.

-Ayúdame con esta, siéntate encima. Bien ya está. Oye. ¿Me puedo quedar con la peluca? 

-Claro que si, es tuya. Aunque no la guardes todavía. 

-En el aeropuerto me han guardado la sala de espera VIP para mí. 

-Entonces vale, pero no guardes la sudadera. Voy a llamar a Andrea para avisarla.

Llamé a Andrea y ella me dijo que nos recogería aquí.

-Andrea vendrá a recogernos. Voy a preparar ahora la mía. 

-Espera, me voy contigo. Ross se había vuelto inseparable.

Abrí la puerta y Ross se sentó en la cama. Metí todo dentro.

-¿Toda tu ropa cabe en esa maleta? 

-Si, a diferencia de ti yo no traje ropa para un mes cuando solo me voy a quedar una semana. Además, ya sabes que no soy como esas chicas que llevan maletas y maletas. Dejaré fuera la ropa vaquera para la moto. 

-¿Por qué te pones ropa vaquera para la moto? 

-Es por seguridad. Esa tela es más dura por si me caigo de la moto no hacerme quemaduras ni nada. 

Ross se me quedó mirando muy serio. Como si tuviera algo que decir pero no pudiera decirlo.

Al final pareció decidirse y se levantó y se acercó a mí mirando el suelo.

-Ana, quiero darte algo. 

-¿A mi? 

-Si, a tí. Por aguantarme. 

-Ehh soy tu niñera, ese es mi trabajo. 

-Ya, pero ¿sabes? No hay mucha gente que aguante como tú. Tú me has aguantado cuando te desperté en medio de la noche y me tratarte muy bien. Incluso mis hermanos me hubieran mandado de cabeza al infierno. Tú me has aguantado cuando te hice mis bromas. Tú me has aguantado cuando estaba mal y llorando. Tú me has aguantado mi ego. Tú me has aguantado cuando nadie más lo habría hecho. Solo tú.

- ¿Y qué me querías dar? 

-Es mi colgante del grupo. 

-Ross no tienes por que hacerlo. Yo tengo el mío.-Yo sabía lo importante que era ese colgante para él. El hecho de que me lo diera era algo muy importante.

-Pero es para que tengas el mío.

Ross me lo colocó alrededor del cuello.

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Bueno lectoras aquí os dejo un capitulo extra adorable xD. Espero que os guste. 

Solo quedan 5 capítulos para el final de la 1° temporada. Empezamos la cuenta atrás. 

Hablando de cuentas. ¡Ayer fue el cumple de nuestro batería favorito! ¡Felicidades Ellington Lee Ratliff! 21 años ya, pff, que rápido pasa el tiempo. ¡ Y mañana es el cumple de nuestro baby Ryland! ¡Felicidades para nuestro mánager favorito y el mejor DJ! 17, anda mira! Como yo! Hay que ver que viejos nos hacemos ¿Ehh Ryland? XD 

Aww que bonito ahí los dos durmiendo. 

Aww que bonito gesto el de Ross con el colgante. 
Ya está que si no el azúcar se me dispara. 

¿Que creéis que pone en la carta para que a Ross le interese tanto? 

Besitos a todas las Rossers, R5ers y a la R5Family

R5er 4ver!

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